¿Cuántos no hemos jugado, sin saberlo, un rol en una historia que parecía escrita por Netflix y el destino?
Lo impredecible, lo ambiguo, lo no dicho... todo cobra más valor que cualquier discurso bien ensayado.
Cuando el Amor se Disfraza de Guion Inconsciente
Entre comentarios espontáneos, sonrisas contenidas y copas medio llenas, uno no sabe si está siendo seducido o si acaba de ser fichado para una miniserie romántica sin fecha de estreno.
Ambos sienten que están vibrando en la misma frecuencia, pero puede que solo estén proyectando su amor por las series de asesinatos lentos con soundtrack de piano triste.
Juegos Mentales, Emoticonos y la Guerra de los Días Sin Responder
Y el que responde atracción chic tarde, corre el riesgo de perderlo todo... o ganar el doble.
La seducción digital es una especie de guerra fría emocional con filtros de Instagram.
Y cuando finalmente se concreta otro encuentro, ambos saben que han sobrevivido a una especie de casting emocional que solo ellos entienden.
Último Acto: El Caos Tiene Su Encanto
¿Desde cuándo el romance tenía que ser claro, ordenado y con etiquetas?
El arte del enredo es vivir sin saber si esto es amor o una gran anécdota para contarle al terapeuta.
Si estás en medio de un enredo seductor, no te resistas: actúa, siente, ríe.
El mejor guion es el que se escribe entre miradas, risas, malentendidos y puntos suspensivos.
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